“HOMO NALEDI”. UNA NUEVA ESPECIE HUMANA.

Una vez más la denominada “Cuna de la Humanidad”, integrada por los yacimientos sudafricanos de Sterkfontein, Kromdraai, Wonder Cave y Swartkrans, (a los que habrá que añadir la cueva “Rising Star”, recientemente descubierta en 2013) nos depara una nueva sorpresa. Se trata de una nueva especie del género Homo, el “Homo naledi” (naledi significa “estrella” en el idioma del pueblo sotho).

Su descubridor, el paleoantropólogo y arqueólogo americano Lee Rogers Berger, conocido también por ser el descubridor del “Australopithecus sediba” y por sus estudios acerca de los “Australopithecus africanus”, ha podido fijar y definir esta especie en base a 1.500 restos óseos de al menos 15 individuos de distintas edades encontrados en la denominada “cámara dinaledi”  de la mencionada cueva “Rising Star” , la cual posee un acceso especialmente complicado debido a la estrechez de algunos pasos, cuestión que ha condicionado que los investigadores que han accedido a la misma hayan tenido que ser de constitución  especialmente delgada.

La posición filogenética, esto es, su lugar y relación en la foto de familia del árbol evolutivo de la humanidad, todavía está por determinar. Como ocurre en muchos casos los restos fósiles estudiados presentan características propias del género Homo (comunes a H. Erectus y H. Hábilis ) como son la morfología del cráneo y la disposición de los huesos de manos, pies y piernas, a la vez que incluyen otras más propias de los Australopithecus, como la pequeña capacidad craneal (500 c.c.) y la disposición del  extremo proximal del fémur, además de la estructura general del tronco.

Este nuevo fósil humano se ubicaría temporalmente dentro de una horquilla entre 2,5 y 2,8 M.a., aunque la datación exacta será difícil de obtener debido a que las cuevas no son los mejores sitios para una datación precisa. A diferencia de otras cuevas sudafricanas donde han aparecido restos de australopitecinos mezclados con otra fauna (como mandriles) y cuyo origen estaría según demostró C. K. Brain, en la actividad depredadora de grandes felinos ( concretamente leopardos), en Rising Star existe una anómala concentración de individuos de varias edades y de la misma especie, planteando la posibilidad de que “Homo naledi” practicase enterramientos deliberados de sus congéneres. Si ya algunos autores habían cuestionado este mismo tipo de prácticas relacionadas con H. antecessor, no se qué pueden estar pensando en estos momentos ya que “Homo naledi” es muchísimo más antiguo que H. antecessor, con tan sólo 900.000 años de antigüedad. No obstante me imagino que por ahora la hipótesis de un evento catastrófico no estará definitivamente descartada como vía para justificar tan alta concentración de restos. El debate está servido. Homo Naledi, bienvenido a la familia y ya te buscaremos un lugar para la foto de familia. #Arqueosaludos.

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